El Señor es mi roca, mi baluarte y mi libertador, mi Dios, mi roca en quien me refugio; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable ( salmo. 18.2 )

miércoles, 30 de enero de 2013

EL UNICO CAMINO


EL ÚNICO CAMINO
 No todos los caminos van a Roma, ni todas las religiones llevan a Dios. Van de hecho a lugares muy diferentes : extinción o salvación, perdón o castigo, conocimiento personal o disolución en un todo… No le hacemos ningún bien a nadie, diciendo que da igual lo que crea o lo que piense. Cuando andamos como ciegos, al borde del precipicio, no hay mayor cinismo que decir: “no importa el camino que vayas”. Necesitamos conocer la verdad.

 Si creemos que Dios existe y ha hecho todas las cosas, Él está más allá de nuestra mente e imaginación. ¿Cómo podemos llegar entonces a conocerle? Es por eso que muchos se hacen un dios a su imagen y semejanza . Un dios que podamos comprender y manejar a nuestro antojo. Pero ¿es ese el Dios verdadero?

Ninguna religión, en ese sentido, como esfuerzo humano, nos puede llevar a Dios. Si Él no toma la iniciativa, no podemos saber nada de Él. Para verdades divinas, necesitamos certezas divinas. Es por eso que el cristianismo es diferente a cualquier otra religión. Ya que no es la historia de los hombres buscando a Dios, sino de Dios buscando a los hombres. No podemos llegar a Dios, pero Él puede llegar a nosotros.

 Él está ahí, pero no está callado. “Habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras”, ahora nos habla por medio de su Hijo ( Hebreos  1:1-4). Jesucristo es la Palabra del Dios vivo ( Juan  1:1). No hay nada de Dios que no veamos en Él, y nada de Él que no sea de Dios.

 Jesús no muestra la verdad, como Buda, apuntando al Camino, sino que Él mismo dice ser el Camino , la Verdad y la Vida ( Juan  14:6). Es por eso que su muerte es especial. Porque  la muerte de cualquier fundador de una religión es la pérdida de un sabio, pero la muerte de Cristo tiene significado eterno . ¡Por ella nos salva! Puesto que “en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, en que podamos ser salvos” ( Hechos  4:12).

 La buena noticia del Evangelio es que Él no está muerto, sino vive. Ya que la tumba de Mahoma es hoy lugar de peregrinación, pero la de Cristo está vacía . Resucitó y subió a los cielos, de donde también ha prometido volver. Por lo que la verdad no está en ninguna religión, sino en el Cristo vivo.

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” ( 1 Timoteo  2:5). ¡Esta es la fe que nos salva!

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